sábado, 17 de abril de 2010

SOBRE LAS ETTS

Las Empresas de Trabajo Temporal intentan disfrazar la realidad para hacer llegar el mensaje de que no son traficantes de mano de obra, sino un importante y utilísimo agente de intermediación en el mercado de trabajo. La realidad es otra. Vamos a ver cuáles son las afirmaciones más corrientes de las ETTs, las organizaciones empresariales y la Administración laboral a este respecto:

1.- “Las ETTs permiten el acceso al trabajo de colectivos de difícil integración en el mercado laboral”:

Esta afirmación es falsa y a las estadísticas del Ministerio de Trabajo nos remitimos. Sólo el 3% de los colocados a través de ETTs son mayores de 45 años, mientras que el 77% son menores de 30 años. Las empresas usuarias sólo quieren trabajadores jóvenes, con mejor salud, más dóciles y más manejables que los adultos con experiencia laboral. La media de edad de los trabajadores de ETTs es de solo 23 años.

2.- “Las ETTs fomentan la contratación en los supuestos que contempla la ley y que de otro modo quedarían vacantes”.

Este argumento tampoco se sostiene ya que las modalidades contractuales que utilizan las ETTs (contrato de trabajo por obra o servicio determinado, eventual por circunstancias de la producción, y de interinidad) son utilizados también por el empresario usuario, y en ocasiones a un menor coste. Pero en casos concretos, la empresa prefiere contratar con las ETTs, ya que les proporcionan al instante un trabajador a la carta, joven, sin problemas de salud, y fácilmente manejable.

3.- “Las ETTs proporcionan empleo temporal pero duradero”:

En este caso, la primera parte de la afirmación (proporcionan empleo temporal) si que lo suscribimos. Según datos de 1996 sólo el 0,06% de los contratos de trabajo realizados por las ETTs fueron indefinidos, frente al 99,94% de carácter temporal. La segunda parte de la afirmación (pero duradero) es insostenible. De los contratos firmados en 1996, el 26% duraron menos de 5 días, el 45% duraron menos de un mes.

4.- “Las ETTs permiten a los trabajadores titulados más jóvenes adquirir experiencia y a los no titulados aprender un oficio”:

El trabajador cedido desde una ETT generalmente aprende poco en el puesto de trabajo que le han asignado. En primer lugar, por el hecho de que lo va a desempeñar durante un periodo de tiempo muy pequeño, y, en segundo lugar, por que la mayoría de los contratos efectuados (64%) son para trabajadores no cualificados: trabajos de peonaje en la industria manufacturera y de carga y descarga. Hay otro grupo de contratos (22%) para administrativos básicos. Entre las mujeres, el 41,2% de los contratos son para este tipo de trabajo. Esta actividad, unida a las tareas de limpieza y hostelería, engloba el 84% de las ocupaciones de las trabajadoras en ETTs. Sólo el 0,1% de los contratos se realizan para personal directivo y el 2,7% es para profesionales y técnicos. Por último señalar que tres de cada cuatro trabajadores contratados (76,6%) tiene una formación a nivel de E.G.B. o inferior, y muy pocos (2,7%) tienen titulación universitaria. Por tanto, ni los trabajadores que se contratan suelen tener cualificación profesional, ni los trabajos para los que se les contrata les permite adquirirla. De esta forma el trabajador de una ETT, por lo general bastante joven, queda mermado en sus posibilidades de aprendizaje de un oficio en el que pueda volcar su vocación profesional de cara al dilatado futuro laboral que aún le espera.

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