lunes, 17 de mayo de 2010

¿Quién es la Sra. Rosa Díez, la timonel y diosa de esa secta diabólica y antidemocrática llamada UPyD?

La Diputada Doña Rosa Díez es una sectaria dama, que lleva toda la vida viviendo a cuerpo de rey gracias a sus malabarismos en la política,

La timonel de ese engendro llamado Unión Progreso y Democracia (¡pero qué grandes palabras para una organización hueca y sin presencia real en la sociedad real!), es un personaje que repite, desde hace años, un discurso basado en el odio y en el desprecio hacia los que no piensan como ella, hacia los que intentan defender sus intereses legítimos. Es una mujer sin ideología ni principios éticos estables, que se apunta a la última novedad para así obtener el mayor protagonismo posible y aparecer en todos los medios como la salvadora y la última reserva espiritual de Occidente, aunque olvida siempre dar la cara en los asuntos cotidianos y que nos afectan a los anónimos ciudadanos.
Rosita, conocida por muchos como Antoñita, "la fanática", es una especie de clon de José Antonio Primo de Rivera y de Francisco Franco, con la salvedad de que en vez de lucir gomina, lleva el pelo oxigenado y emplea un discurso plano y obsoleto, aderezado con una profunda e insufrible ignorancia hacia la historia y la cultura de los diversos pueblos que conforman la península ibérica.   

Respecto a su compinche, Fernando Savater, otro gran experto en repetir citas ajenas y fuera de contexto, como un loro ebrio... hablando y hablando sin cesar de cosas que ni conoce ni entiende. Esa suele ser la tarea de todo filósofo transversal, alejado de las realidades visibles y directas.  

Con estos políticos de medio pelo, que llevan más de 30 años con el culo pegado a la poltrona y viviendo lujosamente, es imposible regenerar la vida institucional y ofrecer confianza a un electorado harto de corruptos, mentirosos, vividores e ineptos.

Rosita Díez quiere imponer una idea de imperio que nadie cree y que nadie necesita, pues la mayoría de los mortales tenemos bastante con vivir día a día dentro de nuestra propia piel. Hay demasiadas Rositas Díez en la vida institucional y la gente se cansa de Mesías Nazis, que lucen costosos vestidos de marca y el pelo teñido, todo ello acompañado de un gesto agrio y falsamente preocupado...

Para apreciar algo uno tiene que verlo, sentirlo con amor y respeto, cosas que la líder suprema e indiscutilbe de esa secta totalitaria, llamada UPyD no sabe ni ha sabido nunca hacer.

Desde aquí quiero despedirme de Rosita Díez, recordándole que salude a su amado Caudillo Invicto, a D. Francisco. Tampoco te olvides de saludar a tus amigos falangistas, pero procura dejar de hablar ya de aquello que desconoces y desprecias.